MADRID EN PEQUEÑO

Es probable que en los paseos por la ciudad no te hayas fijado en esos pequeños edificios que decoran  nuestras calles más céntricas. La mayoría se congregan entorno a la calle Mayor o la calle Toledo, cerca del Rastro. Algunos de estos bloques están solapados porque se sitúan entre varias fincas, todas, más o menos, de apariencia similar. Aquí tienes la versión más diminuta del Madrid más tradicional.

Un cartel sobre la entrada de la tienda de joyas artesanales, advierte que estamos ante el edificio más pequeño de la ciudad.

En este inmueble, situado en el 61 de la Calle Mayor, vivió el literato Calderón de la Barca. Cuando el periodista Ramón Mesonero Romanos se enteró de que lo iban a derribar, se plantó ante la fachada pertrechado con su bastón y gritando a los obreros que era patrimonio de la ciudad. Allí pasó toda la noche velando que nadie se acercara a la casa. Al día siguiente, consiguió que el Ayuntamiento expidiera un decreto que impide su demolición.

Esta casa amarilla se halla sobre la tienda más dulce de Madrid, Caramelos Paco, fundada en 1934.